21 noviembre 2011

¿Contar lo que sucede, o redactar lo que se experimenta?

  El estilo de la redaccion de un proyecto de investigación, hoy día, se encuentra muy detallado y con un guión predefinido, del que si te sales, si eres original, si rompes con lo establecido, queda "muy poco profesional".

  Se pueden encontrar numerosos escritos sobre el lenguaje científico válido, en los cuales se describen una serie de pautas a seguir, un guión por el cual todos los proyectos de investigación tendrán el mismo molde:
  • En el resumen se utilizará el tiempo pasado para los objetivos, el diseño y los resultados. En cambio, las conclusiones se escribirán en tiempo presente.
  • La introducción se escribirá en tiempo presente y los objetivos del estudio se redactarán en infinitivo.
  • Evitar las frases largas. Frases cortas y en orden: sujeto+verbo+predicado. Claro y conciso.
  • Estilo objetivo e impersonal, evitando pronombres personales: "Se ha realizado...".
  
Pero, ¿desde cuándo es así? ¿Es que es cierto que, investigando, todos somos del mismo molde?

  Invitado a describir sus actividades como investigador, Skinner ha dejado un testimonio autobiográfico de primer orden. Lo titula "Un caso dentro del método científico". El género textual al que pertenece es el de informe de ciencia; pero es también, y a la vez, el de una narración, relato de un fragmento de vida de estudioso. Su informe de método está salpicado de elementos narrativos: "lo primero que recuerdo ocurrió cuando yo contaba sólo 22 años", "cuando llegué a Harvard..."; "que yo recuerde, comencé simplemente buscando procesos válidos en la conducta del organismo intacto". Y en la misma vena de narrador en primera persona relata los artilugios que ideó y utilizó para estudiar el comportamiento de las ratas.

  Las lecciones de método que Skinner va extrayendo corresponden a su ideal científico de serendipity, vocablo forjado por Walpole y del que se apropia: arte de encontrar algo cuando se está buscando otra cosa. Son lecciones cargadas de ironía. Léanse, si no, los tres principios que destaca como reglas de método. Primero de ellos: "Cuando tropieces con algo interesante, deja todo lo demás y estúdialo." Segundo principio: "Hay maneras de investigar que son más fáciles que otras." Tercero: "Hay gente con suerte", la suerte de hallar lo que ni siquiera estaban biscando. Parece escucharse a un artista más que a un científico, al Picasso del "Yo no busco, encuentro".

  Y concluye Skinner: "El científico es el producto de una historia única, y las prácticas que encuentra más apropiadas dependerán en parte de esta historia." Lo cual no significa que la suya deba ser ejemplar para otros investigadores: "Tal vez sea mejor no querer encajar a todos los científicos en el mismo molde."


[Fragmento relacionado con Skinner extraído de: Corazón y razón, aprendizaje emocional e identidad personal. Experimento nº19, pág 111]

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